A Café le encontramos atado en la puerta del centro un día de 2013. Es la nobleza personificada. Un perro tranquilo, silencioso, muy obediente, inteligente y cariñoso.  Que disfrutaría como nadie de un sofá y una manta, de compartir la vida contigo dentro de casa.

Es un perro, sobre todo, dulce y tierno, le encanta recibir cariño y también darlo, no tiene desconfianzas y disfruta de cada momento en compañía de personas. Camina al paso cuando sale de paseo, no tiene problemas por ponerse el bozal ni la correa, no se altera, y es paciente y muy inteligente.  

Calculamos que tiene alrededor de 12 años, es un perro mayor que como tantos otros necesita salir del refugio antes de que esta situación empiece a afectar a su salud, porque seamos sinceros: los años no pasan igual en un refugio que en una casa.