Roberto llegó siendo un cachorrito al centro, pero ya con muchos miedos adquiridos. Ha mejorado mucho en este tiempo con el esfuerzo de personal y voluntarios. Pero necesita una casa para seguir mejorando, donde puedan darle el cariño que necesita a diario.
Es un perro tranquilo, como buen podenco disfruta del sol, de los agujeros en la tierra y de las carreras dentro del chenil. Le encanta interactuar con otros perros.