Ravioli es un mestizo de pastor que llegó al centro en 2017. Es muy sociable con las personas, le gusta salir a pasear y tiene mucha energía.
Es paciente y muy tranquilo, pero también inteligente, comparte chenil con una hembra nerviosa y sin embargo mantiene la calma a la hora de salir y jugar.
Michelín es un perro de tamaño grande, y aproximadamente 7 años de edad, llegó a tierra blanca en 2019. Es un perro activo y de carácter afable.
Sociable con personas, le encanta que le saquen a pasear y camina bien con correa. Hasta ahora nunca ha manifestado problemas de convivencia con otros perros.
Una imagen vale más que mil palabras.
Rex es un mestizo de presa noble y cariñoso, de aproximadamente 7 años.
Es sociable, le encanta jugar, y está deseando que entres al chenil, para no separarse de ti y recibir todos los mimos que pueda.
Le gusta pasear, lo hace bien con correa y es bastante obediente.
Tiene un carácter alegre y divertido, tanto con las personas como con los perros, con ellos convive estupendamente tanto con machos como con hembras.
Poico es un pointer joven que llegó al centro en el año 2018. Es de carácter muy alegre, divertido y sociable tanto con otros perros como con personas. Cuando está con alguien se pega continuamente buscando juegos y caricias. No tiene nada de desconfianza hacia las personas. Le gusta muchísimo estar acompañado de gente. Nunca ha tenido problemas con ningún compañero en el centro.
Como se aprecia en las fotos, le gusta bastante comer. Está regordete. Quizás necesite algo de ejercicio. En el centro no camina mucho y el aburrimiento hace que coma más de la cuenta.
Fue adoptado una vez, pero al poco tiempo apareció de nuevo en el centro. Creemos que no encontró a la familia adecuada para tan dulce compañero.
¡Ven a conocerlo!
Polo es un precioso cachorro que llegó al centro en febrero junto con sus hermanos. De raza mediana, con algo de podenco y pastor, este pequeño es toda una preciosidad.
Tanto él como sus hermanos son algo tímidos, y es normal teniendo en cuenta que han pasado los primeros meses de vida en un refugio. Estamos seguros que en unos días recibiendo cariño cogerán seguridad y se adaptarán bien, son jóvenes y tienen toda la vida por delante, sólo necesitan alguien con un poco de paciencia que les guíe un poco.
Entre ellos son juguetones, les encanta pelearse a "jalones" por cualquier cosa que encuentren en el patio y se pueden pasar tardes enteras acostados al sol.